martes, 28 de agosto de 2007

TE GUSTARÍA VIAJAR EN TREN ?

Esta es una historia, donde quizás no somos los protagonistas sino que deseo mostrar la aventura de viajar, sin querer uno se veía envuelto en estas situaciones que eran

creadas en el momento. Y como no ,si el viaje demoraba 3 días y 2 noches tiempo suficiente para planear muchas aventuras.
Hay una fotografía de la época,el resto son bajadas de internet
!!!!A VIAJAR¡¡¡¡.

Cuando veníamos de vacaciones a Santiago, el medio de transporte más común y usado era el tren, ya que los pasajes en avión eran muy difíciles de conseguir y había que reservarlos casi con un año de anticipación, lo otro era el barco, pero todos nos mareábamos y el bus que todavía no hacía viajes tan largos, solo de las oficinas a Antofagasta.
Estábamos cerca de pascua, era una fecha muy conflictiva ya que los pasajes estaban agotados y había mucha demanda, nosotros debíamos ir a tomar el tren a Miraje, una estación ubicada como a 7 kms., de Vergara, llegábamos a esa estación en otro tren que era con asientos de madera, bastante incómodo, menos mal que era solo transitorio.
Cuando llegamos a Miraje, anunciaron por supuesto que el tren venía con retraso (¡!!que novedad¡¡¡), por lo tanto, paciencia y solo paciencia. Esta vez viajábamos a Stgo., mis abuelitos, Mabel, mi mamá, Bogo y yo, calculo que debía de tener unos 8 años, mi hermano 6 años y Mabel 7.1/2, Cuando llegó el tren (casi 3 horas atrasado), este venía de Arica, que en ese tiempo era la zona franca, por la fecha el tren venía repleto, pero repleto, eso decía mi abuelito y se agarraba la cabeza a dos manos, pero teníamos que subir si o si, apenas alcanzamos a subirnos y no había donde poner las maletas, canastos y bultos en general, ahí se empezó a indignar mi abuelito por la excesiva cantidad de equipaje. Para que se hagan una idea el viaje duraba algo así como 3 días y 2 noches, era como para ponerse nervioso, pero los grandes trataban de mantener la calma, describir lo que se veía en el carro era algo imposible, no sé como alcanzamos o más bien le cedieron a mi abuelita y mamá 2 asientos (mi abuelito había comprado preferencial) pero a estas alturas estábamos yo creo que en 3ª clase, él se acomodó en las maletas y nosotros a los pies de las mamás, para que decir como estaban los baños, mejor era sacar el trasero por la ventana. De
repente el tren empezó a disminuir la marcha y se veía que la gente iba caminando al lado del tren, hasta mi abuelito se bajó y mi abuelita más nerviosa que se iba a quedar abajo, que lo iba a dejar el tren, etc, etc, de repente éste paró, es que!!! colapsó,¡¡¡ la máquina no era capaz de subir ese tramo al que se aproximaba, y estábamos en una estación, entonces se bajaron todos los hombres y se tomaron la línea del tren exigiendo más carros y otra locomotora, era terrible, el tren hacía intentos por partir y aparte que no podía, porque no se podía los carros y la gente que no se movía ni un milímetro de la línea. Bueno al final ganó la gente, en la línea pusieron otra máquina y como 3 carros más, como los carros eran de 1ª pidieron los boletos y nos instalamos en los nuevos carros, estaban impecables, los baños eran baños y ya se acercaba la hora de almuerzo, las tripas nos sonaban ayyy¡ que hambre, si no hubiese pasado esto, no se que habríamos hecho ya que los mozos no podían pasar y casi los asaltaban, pero mis mamás eran muy previsoras, llevaban de todo, así es que no había que preocuparse por nada, por lo menos para los 2 primeros días (ahora pienso la locura de viajar 3 días y 2 noches, pero nosotros ni lo sentíamos), la jugarreta nos entretenía, en las noches nos preparaban unas camas improvisadas que iban por debajo de los asientos, donde ponían frazadas y hasta sábanas y ahí nos instalaban a los tres. Para el desayuno mi abuelito iba al coche comedor a comprar agua hervida, y nos servían nuestra leche con los sándwich que traían. ya para el otro día los que quedaban, o se echaban a perder o nos los habíamos comido, lo último era lo más probable, así es que les dimos el bajo, y ahora teníamos que ir al coche comedor, cuando veníamos del almuerzo el tren de nuevo se puso lento, empezó una invasión de gente de los otros carros, la gente venía con ropas en las manos y le pedía a mi mamá y abuelita que se las pusieran, y le pasaron como 10 enaguas unos conjuntos de chalecos con blusas mangas cortas y todo encima de otro, nosotros no sabíamos que pasaba, solo veíamos que se veían bien gordas con tanta cosa encima, años más tarde supimos lo que había pasado, llegó gente causando el terror y gritando ¡ahí vienen los Tiras, ahí viene los Tiras¡, y tiraban las maletas enteras a la pampa, era la gente que venía de Arica y traían mercadería para comercializar. Pero no hubo tales Tiras, era una pandilla de maleantes que después recogían lo que la gente tiraba por las ventanas. Lo único que recuperaron fueron las prendas que repartieron a las mujeres.
Ya veníamos llegando pero todavía faltaba llegar a Santiago porque el tren por ser de trocha angosta no podía seguir más allá de Calera, ya que para acá era de trocha ancha. Y de nuevo hacer trasbordo para llegar a la estación Mapocho.
Como pueden ver estos viajes mirándolos hoy día realmente son una aberración, pero en esos años no había donde elegir, se perdían varios días de las vacaciones solo en estas peripecias porque cada viaje era una aventura increíble.